Los Consejos de Administración son una herramienta muy útil para mejorar la calidad del funcionamiento de las empresas privadas o de las instituciones públicas, ya que brinda soporte, asesoría y preparación, para que dichas organizaciones alcancen de manera más práctica sus objetivos planteados.
Dicho Consejo funciona como un órgano colegiado, donde varias personas con los cargos de consejeros, tienen determinadas facultades en la sociedad para realizar funciones de auditoría, evaluación y compensación.
Todo esto es para apoyar a la Dirección General en el desarrollo de estrategias, gestión, vigilancia y control de los procesos, lineamientos, convenios y políticas con las cuales cuenta la organización.
En México, la Ley General de Sociedades Mercantiles, si bien no impone como un requisito legal la constitución de Consejos de Administración, otorga recomendaciones y facilidades para que las sociedades puedan gestionar la creación de estos órganos con la finalidad de potenciar el rendimiento de su empresa a través de un código de buenas prácticas.
Precisamente en la Sección Tercera de esa ley de observancia a nivel federal, expone que para la administración de sociedades mercantiles, cuando existan dos o más administradores, se deberá crear un Consejo de Administración.
Es importante saber, que en el caso de las empresas que desean proyectarse para cotizar en la Bolsa de Valores, ahí sí es requisito legal tener formado jurídicamente al Consejo de Administración, ya que esto se traduce a que la empresa tienen fuertes capacidades de control y gestión a su interior, garantizando su rendimiento óptimo para el mercado bursátil.